Esta semana conocí a una chica joven avergonzada de su edad por no lograr haberse casado todavía. Hoy le pregunté a una señora de “edad avanzada” en mi iglesia, ¿Es usted viuda? y jamás me contestó, en cambio me dijo, “¿Qué te hace pensar eso? Y comenzó a titubear y jamás contestó su estado civil. En esa joven bella mujer y esa mujer adulta percibí algo en común: VERGÜENZA. Me di cuenta que a veces nuestro estado civil nos causa incomodidad.
Mujer, tal vez al igual que muchas otras mujeres, sientas vergüenza de:
-Tu estado civil, si eres divorciada, soltera, viuda, separada, madre soltera.
-Tu pasado
-De aceptar lo que eres
-Tus fracasos
-Decir la verdad
-De la presión social
MUJER LE RUEGO A DIOS QUE LIBERE TU ALMA DE TODO COMPLEJO, ATADURA, PENSAMIENTO, CULTURA O DOLOR QUE TE HA TENIDO CAUTIVA POR AÑOS.
“No tengas miedo, pues no te insultarán ni pasarás vergüenza. Cuando eras joven pasaste la vergüenza de no tener hijos. Después te quedaste sola como una viuda. Pero no volverás a acordarte de tu vergüenza, porque Dios es tu creador y te tomará por esposa.”
Isaías 54:4-5
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