Apreciada mujer, Dios es capaz de curar tu dolencia física o espiritual. Él conoce tu necesidad y puede SALIR A TU ENCUENTRO CUANDO MENOS LO ESPERES.

Estas palabras Jesús se las dijo a una mujer que estuvo lisiada y encorvada por 18 años. Esta mujer NO FUE a pedirle a Jesus que la sanara. El la vio mientras ella estaba orando en la sinagoga. Y tuvo compasión de ella. Jesús la llamó y al tocarla ella fue totalmente sanada.

Y así esta mujer dejó de mirar al suelo y empezó a mirar al cielo. Ya no vivía más lisiada ni encorvada. Jesús la rescató de sus dolencias y enfermedades.

Confía mujer, confía. El próximo toque puede ser para ti. Aunque no lo busques, aunque no lo pidas, aunque creas que no lo mereces.

©samaritanadelpozo 2017
¡DIVORCIADA Y BENDECIDA!™
#divorciadaybendecida